Gutuna - Cartas

2018-04-03

A propósito de la euskerafobia y navarrofobia de José Andrés Burguete

Battitte Martiarena
Batzarre Barañain

La Ley Foral del vascuence fue aprobada en 1986 hace ni más ni menos que 32 años, después de tanta confrontación política sobre el euskera que menos que una adaptación-actualización para responder a las realidades lingüísticas diferentes de Navarra.

Desde mi punto de vista la parte positiva de la Ley del vascuence es admitir-reconocer que tenemos otra lengua nuestra los Navarros “El euskera” además del castellano. La ley también ha permitido-posibilitado que muchos jóvenes de hoy puedan aprender. Pero Usted me admitirá que la Gobernanza de los constitucionalistas también han puesto muchos palos, impedimentos para que no se propague en excesivo el euskera. Algunos ejemplos de ello:
-       Múltiples trabas para la captación de EITB
-       Todo tipo de dificultades para la financiación a los medios en euskera.
-       Poca y en muchos casos nula consideración en las convocatorias para el
empleo en euskera.
-       Sí se esmera un poco usted verá que en los casos que se ha recurrido a la
judicatura con los casos de política lingüística en la mayoría de los
casos se ha ganado a favor del euskera.
-       En la comarca de Pamplona había muy pocas opciones de tener un centro
escolar en el modelo D, cerca de tu casa, no se tenía otra opción que
trasladarse o bien recurrir al modelo G o a la privada.
-       Etcétera.

Aunque usted deja entrever que el aumento a crecido por los constitucionalistas esto no es del todo así, la ley ha sido permisiva, sí se quiere ha sido tolerante, pero las claves del aumento del aprendizaje
viene dada porque los padres de esos hij@s  decidieron apuntarles al modelo G por hacer memoria de sus abuel@s, por hacer justicia, ya que estos padres no tuvieron otra opción que aprender únicamente en castellano ¿Qué menos que dar opción a sus propios hij@s? ¿No es una forma de revelarse acaso? esta toma de conciencia-empoderamiento el merito es de esos cientos de progenitores.

En estos últimos 32 años el número de vascoparlantes ha subido un 4,7% aunque no ha sido igual en toda Navarra, en el caso de los menores de 24 años el aumento ha sido el 26%. Los procesos de  minorización del euskera en muchos casos obedecen a muchas causas entre ellas la socialización y su complejidad.

La ley del vascuence ha puesto más cortapisas que dar acomodo a las diferentes realidades lingüísticas, por pertenecer a una zonificación burocrática que tus hij@s puedas llevarles al modelo D y en el pueblo de al lado la ley no te lo permite “algo absurdo” de 272 Ayuntamientos (63 en la zona vascófona, 55 en la mixta y 154 en zona no vascófona) muchos de esos padres lo solicitaron pero no se les concedió.

Lo que el euskera no necesita es de victimismo ni de políticas maximalistas, sino que ser tolerante, permisivo, conocer las realidades diferentes con precisión y rigurosidad para hacer una política ajustada a la demanda, facilitar el desarrollo, garantizar también requiere constantemente utilizar métodos, aplicar iniciativas, evaluarlas, corregirlas e inventar otras nuevas y por supuesto la no de imponer nada a nadie.

La diversidad cultural es un valor en sí mismo, ¿Porqué no valorar como merito el saber Inglés, euskera y otras lenguas? Usted escribe sobre el “uso partidista y político de esta lengua con el único objetivo: avanzar en un proyecto de construcción nacional de Euskalherria, utilizando la lengua como camino” sí usted es demócrata deberá admitir que tanto PP y UPN también quieren construir Navarra
nacional y Española, sí usted no reconoce esto, tiene un sesgo político muy marcado Sr Burguete.
Afortunadamente la sociedad Navarra es madura y sabe lo que quiere (una buena convivencia entre las diferentes lenguas) y sabe también el desarrollo del autogobierno es clave para ello.

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