
Inma Sayas
SE FUE HACE TIEMPO
Hace unos días viendo en Imprescindibles de la 2 sobre Labordeta, sentí pena de no haber sido aragonesa para haberlo vivido, sentido y conocerlo más. Sí que he sabido cosas de él, pero se me quedan muchas que ignoraba. Fue un personaje tan especial. Poeta, profesor, cantautor, político. Una de esas personas que nos hizo creer que teníamos la fuerza y el poder para cambiar la historia.
Ya no hay personas que aglutinen todo eso. Esa genética se ha perdido. Era una generación que surgió de un tiempo de penurias. Que no se conformó con la vida que le querían hacer vivir. Que puso toda su vida al servicio de las personas. Que nos enseñó la sencillez de la misma.
Hemos tenido mucha suerte por haberlos conocido. Por haber podido tocar con los dedos algo de lo que ellos nos daban. Por haber hecho de nosotros personas que no nos conformamos con los restos del banquete.
Estamos sin líderes de verdad. Estamos en manos de mercaderes sin escrúpulos. Tal vez siempre lo hemos estado, pero había personas que nos enseñaron a combatirlos. Estamos desnortados porque no hay nadie que nos haga soñar con nada nuevo.
Pertenezco a una generación perdida que se ha quedado aislada en el rincón de pensar. Miramos el pasado y corremos el riesgo de darle un carpetazo y dejarnos llevar por la corriente de la vida que no nos gusta. Nos hemos quedado huérfanos, no solo nosotros, sino también los jóvenes. ¡Qué pena!