Pablo Líquido

Pablo Líquido

2013-09-25

Sin semáforos

1 - Me presento: Soy Pablo Gortari Arrizabalaga, conocido en el mundo artístico como Pablo Líquido. Nací en Pamplona en marzo de 1972 y los escenarios son mi profesión. Estudié Sonido Profesional, Arte dramático (interpretación) y canto lírico y moderno entre otras cosas. Vivo en Barañáin hace más de una década.

2 - Me sitúo: Cuando me despido del público al final de un concierto siempre digo que soy de Pamplona, Navarra. Además de ser en parte cierto me evito dar explicaciones. Si dijera que soy de Barañáin, cuando estoy por ejemplo en Murcia o en Galicia, no sabría por dónde comenzar a situarles: "Sí, es una localidad pegada a Pamplona", "A vista de pájaro es como medio supositorio metido en algún agujero inconfesable de Pamplona", "No te suena pero es el tercer municipio en cuanto a población de Navarra y…", me agoto! Como arma tengo hace ya mucho tiempo una respuesta que deja K.O a la gente, sumida en una breve pero profunda reflexión, y que siempre desemboca en una charla trivial que me ahorra rodeos y detalles: "¿Barañáin? Somos 22.000 habitantes y ni un sólo semáforo". Toma ya! Ahí queda eso. El que quiera saber más que consulte a Julio Caro Baroja.

3 - Me pregunto: ¿Qué pinto escribiendo aquí?

No entiendo de política ni la disfruto, no entiendo de religión ni la practico, no entiendo de economía ni la tengo. Soy experto en viajar, en conocer gente, lugares, pueblos, costumbres, gastronomías… la vida. Me gano la vida emocionando y divirtiendo a las personas. De eso escribiré aquí, de lugares, personas y costumbres y, si se tercia, algo sobre música caerá. Soy adicto sobre todo a la gente. Me despierta más interés cómo es la vida del ascensorista o el de mantenimiento de la Tour Eiffel que la propia Tour Eiffel. Me gustaría entrar en sus casas, comer lo que comen, conocer a sus amigos y familiares, sentir lo que sienten, saber qué piensan, qué aman y lo que odian. Cómo ven el amanecer apoyados en el muerte de su azotea, o el atardecer… Esa es la aventura de la vida para mí, y sobre eso, más o menos, iré escribiendo en esta columna que amablemente me han cedido en un alarde de inocencia y confianza sin precedentes.

4 - Me enredo: Existe, para mí, una imagen metafórica de Barañáin que no sólo me resulta divertida sino que la encuentro realista y romántica al unísono (mucho más que la idea del supositorio). Si lo observas en una foto aérea colocando tu espalda hacia el Este, Barañáin es como una máquina de petaco! Sí, ese clásico de los bares con un botón a cada lado que impulsan sendas palancas con las que luchas contra el azar de la gravedad y la física de una bola de acero. Sacas la bola desde Mendebaldea y, vaya a donde vaya, acabará volviendo antes o después a ese mismo lugar. No tenemos salida hacia el Oeste! Sí, y eso nos limita el movimiento. Sí, pero también nos libera de un tráfico ingente entre Pamplona y la ronda Oeste que distorsionaría la tranquilidad perenne y el impagable sosiego que se respira y del que disfrutamos tod@s en nuestro pequeño y apartado mundo dormitorio.

Y además… ¡acabaríamos teniendo semáforos! Noooooooooo!!!!!!!

 

Un saludico!

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