Pablo Líquido

Pablo Líquido

2013-11-23

Que se jodan los demás

Soy inconformista por naturaleza, y tiendo a quejarme de todo aquello que no me gusta, que veo injusto o que entiendo es erróneo o flagrantemente mejorable.
Camino por nuestras calles y no doy cuatro pasos sin encontrar alguna huella, o muchas, testigos mudos que recuerdan la persistente presencia de seres egoístas e incivilizados entre nosotros.

Me refiero, por ejemplo, a las lindas y cánidas caquitas que algunos propietarios de animales entienden son responsabilidad de cualquiera menos de ellos. Una fantástica exhibición de indolencia social, un perfil de rasgos obtusos que define a esta persona como enemiga de todos y de sí misma. No quiero escribir lo que creo que hay que ser para dejar la mierda de tu animal para que la pisen otros (animales o personas) bajo el lema "que se jodan los demás".
En cualquier caso el menos responsable de este problema, quisiera aclarar, es el perro.

Comparo la nuestra con otras poblaciones, y en ciertas zonas están infinitamente peor que nosotros en este aspecto. Te sientes francamente ridículo recogiendo una caca en medio de un auténtico mar de zurrutillos. Este problema de otros lugares, sinceramente, no me consuela. No debiera haber un sólo excremento en suelo urbano y civilizado. Ni uno.

También me refiero a, por poner otro ejemplo, aquellos que aparcan con la premisa "que se jodan los demás", y cruzan el coche o lo aparcan descentrado ocupando dos plazas, en ocasiones hasta tres, para poder bajarse cómodamente, para que no se lo rayen poniendo otro cerca o, simplemente, por no tomarse la molestia de hacer algunas maniobras "más propias de los pardillos". Aparcar bien, para unos más que para otros, al final es sólo una cuestión de interés y tiempo. Pues bien, teniendo en cuenta cómo andamos de plazas para aparcar, al menos en la zona donde yo vivo, para que alguien decida que por su gracia y obra van a quedar menos plazas o van a ser más incómodas, es imprescindible que sea… No quiero escribir lo que creo que hay que ser para importunar a los demás tan innecesariamente.

Hay más ejemplos como papeles y bolsas tiradas por las calles, los vidrios de las juergas rotos por las plazas y aceras, los restos de un botellón en el parque del lago cuidadosamente dejados en el suelo, alrededor del banco, a dos metros de la papelera vacía!… creedme si os digo que podría rellenar varios folios sólo con ejemplos del "que se jodan los demás" practicado en la periferia de mi portal.

Seguimos con ese eterno y sonoro "que se jodan los demás" que hace de la convivencia un verdadero ejercicio de voluntad y paciencia para algunos, y un despreocuparse para otros, los más mezquinos.

No están mejor en otras partes, e incluso están peor; hay ciudades, regiones y pueblos de escándalo, donde no sólo aparcan fatal, sino que lo hacen sobre y entre cristales, basuras y mierdas de perros, pero eso sólo me recuerda que, aunque hayamos avanzado algo, todavía estamos en el comienzo del camino.

Yo no quiero, ni deseo, ni necesito "que se jodan los demás". Me gustaría compartir con la gente una vida mejor, mejores calles, mejores parques, mejores aparcamientos… convivir. Sólo eso. No disfruto andando por el césped o por la acera esquivando cacas, por eso recojo las de mis perros, no por la multa o por el qué dirán. Por vivir mejor.

Que no tenga que joderse nadie.

Pd: Me han pedido la columna para esta semana y pensaba escribir sobre otro tema, pero he vuelto a casa tarde y me ha costado aparcar habiendo dos plazas desaprovechadas por sendos coches aparcados de espanto; luego he sacado a los perrillos y al ir a recoger una caca he pisado otra que alguien me había dejado ahí de propina. Comprenderéis que estos recientes acontecimientos hayan variado irremediablemente el signo de mi columna.

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