Eduardo Arocena

Estudiante y trabajador precarios. Indignado de sofá que decidió comprometerse y aportar su grano de arena. Espectador cada vez menos impasible de la vida.

2019-12-08

Fascismo S.A.

La Ley de Amnistía de 1977 buscaba perdonar y pasar página sobre “los actos de intencionalidad política, cualquiera que fuese su resultado, tipificados como delitos y faltas realizados con anterioridad al día 15 de diciembre de 1976”. 

El artículo segundo estipula que: 

“En todo caso están comprendidos en la amnistía:

e) Los delitos y faltas que pudieran haber cometido las autoridades, funcionarios y agentes del orden público, con motivo u ocasión de la investigación y persecución de los actos incluidos en esta Ley.

f) Los delitos cometidos por los funcionarios y agentes del orden público contra el ejercicio de los derechos de las personas.”

Los torturadores como Billy el Niño se amparan en este artículo para permanecer impunes. Amnistía Internacional recuerda que según el derecho internacional, no pueden incluirse en este perdón los actos que puedan ser considerados crímenes de derecho internacional, como son la desaparición forzada o la tortura. 

Esta ley ha sido uno de los argumentos más esgrimidos por los distintos poderes públicos para denegar el derecho a la verdad, justicia y reparación de las víctimas de la Guerra Civil y el franquismo. Asimismo, las expropiaciones, expolios y robos cometidos por el bando franquista durante los 40 años posteriores a la guerra civil siguen sin castigo, así como el trabajo esclavo realizado por presos que construyeron vías de ferrocarril, presas o carreteras para llenar a espuertas los bolsillos de empresas que a la postre se convirtieron en oligopolios en sectores estratégicos. Las fortunas de muchas familias muy influyentes en España tienen aquí su orígen. Detrás de cada gran fortuna hay un gran crimen.

Ahora que se ha sacado a Franco del Valle de los Caídos, hecho convertido en un espectacular funeral de Estado para más escarnio de sus víctimas, falta sacar al franquismo de la judicatura, de la policía y ejército, de las grandes empresas y de los medios de comunicación que lo blanquean impúdicamente. Y falta dar sepultura digna a las 115.000 personas enterradas en cunetas y fosas comunes, y restaurar a sus legítimos dueños todos los bienes robados. Y falta estudiar el período anterior y posterior a la guerra civil en las escuelas e institutos, y falta desmentir mitos conseguidos por el franquismo, cuando fueron hitos conseguidos durante la República o antes. Pero eso es remover el pasado y abrir heridas, ¿verdad? Como si fuese equiparable el fascismo y el antifascismo, matar o morir. La equidistancia no es admisible. 

Somos testigos de que en Brasil, Venezuela y Bolivia la ultraderecha te monta golpes de Estado con la connivencia de las potencias mundiales, megacorporaciones y medios de comunicación. Qué casualidad que esos 3 países sean ricos en materias primas (tierras cultivables, petróleo y litio) tan codiciadas ahora que EEUU se embarcó en una guerra comercial con China, país que posee el 19% de la deuda soberana yanki. Las oligarquías sí que saben entenderse cuando sus intereses confluyen. Pero esto lo venderán como una lucha liberadora contra dictaduras narcobolivarianas terroristas comeniños, aún cuando los datos de Naciones Unidas reflejen el aumento de calidad de vida de la gran mayoría de la población de esos países durante los gobiernos de izquierdas.

Lo de Bolivia es sangrante, con su autoproclamada presidenta blanca, clasista y racista accediendo Biblia en mano al congreso, mientras policía y ejército asesinan gente. Eso supongo que vendrá escrito en el antiguo testamento. 

Y todos callan. Aquí no pasa nada, circulen.

 

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