Gutuna - Cartas

2020-10-12

Plan Proyecto Eultza. Un sinsentido

Jesús Sainz de Murieta Soravilla
Foro de debate de intereses ciudadanos

Un sinsentido es una cosa absurda y que no tiene explicación. No encontraremos otro significado en el diccionario. El término viene como anillo al dedo para calificar el denominado proyecto de urbanización Eulza. Para que quede claro desde un principio: La afirmación que figura en el título de este escrito debe entenderse realizada desde posicionamientos de izquierda, pero con el convencimiento de que puede ser compartida por cualquiera que viva en Barañain y tenga sentido común. En nuestra opinión, la mayoría.

Parece evidente que cualquier Ayuntamiento debe ofrecer buenos servicios públicos y que la ciudadanía debe reclamarlos. Lo que no compartimos es que esa complementariedad-lo ofertado y lo reclamado- esté supeditada a los ingresos obtenidos, en un momento dado, a través de planes urbanísticos que conlleven una ampliación, totalmente irracional, del parque de viviendas. Tengamos en cuenta, además, que los ingresos extras obtenidos del ladrillo son, dicho en lenguaje llano, "pan para hoy y hambre para mañana" puesto que el coste originado por el aumento de los servicios a prestar es permanente. La financiación de todos los entes municipales, de manera que puedan ofrecer a la ciudadanía unos buenos servicios públicos, debe asegurarse a través de una adecuada normativa legal aprobada por el Parlamento de Navarra. Existen ejemplos en los que inspirarse.

Teóricamente, corresponde a los Ayuntamientos determinar los planes urbanísticos. Pero, a día de hoy y en la mayoría de los casos, son las empresas urbanísticas o grupos de inversión quienes planifican el desarrollo de las poblaciones en función de los terrenos que son de su propiedad. Éste es el caso que nos ocupa y preocupa. Se trata de un proyecto que lleva dando vueltas desde finales del siglo pasado hasta hoy. La ejecución, o no, del mismo ha estado mediatizada siempre por los intereses de quienes han ostentado, sucesivamente, la propiedad de los terrenos: propietarios originales, Gestión y Obras Milenium SL, Promotora Constructora “El Txori”, Entidades Bancarias y, finalmente, una Sociedad Mercantil con sede en la C/Serrano de Madrid.

Las planificaciones urbanísticas deben ir acompañadas de un estudio riguroso del impacto a producir en el municipio: servicios educativos, necesidades de atención sanitaria, incremento del personal necesario para la atención de las nuevas infraestructuras, impacto medioambiental, repercusión del incremento de tráfico... Hoy es el día en que la ciudadanía de Barañain desconoce, totalmente, si los estudios se han realizado y, lo que es más importante, el contenido de los mismos. Todo ello a pesar de que, previamente a la aprobación inicial del proyecto de urbanización, debía haberse llevado a cabo un proceso de participación real y efectiva.

Recientemente, personas residentes en Barañain hemos salido a la calle para demandar la atención médica que nos merecemos, mermada, en los últimos tiempos, por la crisis sanitaria que estamos viviendo. Si, a día de hoy, esto es así, podemos imaginarnos lo que puede ocurrir cuando la construcción de las 920 viviendas proyectadas suponga aumentar la población en, aproximadamente, tres mil habitantes. Es más, ¿alguien cree que quienes ocupen las viviendas nuevas construidas en Etxabakoitz Norte acudirán a un centro de salud de Iruñea cuando el de Barañain está a menos de cien metros? Tengamos en cuenta que el Proyecto Eulza, en su apartado de “Dotaciones”, afirma que el Departamento de Sanidad del Gobierno de Navarra no ve necesaria dotación para ubicar un nuevo centro sanitario.

El Proyecto Eulza contempla la construcción de 920 viviendas. De ellas, 238 serán de protección oficial, 222 de precio tasado y 460 de precio libre. Excluye viviendas de alquiler. La creación de este importante parque de vivienda nueva no asegurará, por sí misma, el "no éxodo" o retorno de la juventud de Barañain puesto que la normativa, actualmente vigente, no contempla la prioridad de la ciudadanía de Barañain a la hora de hacerse con una vivienda y las posibilidades de que el personal joven pueda soportar el precio de alguna de esas viviendas es, o casi nulo o escasísimo.

Si no se quiere caer en la demagogia, debe reconocerse que la alternativa efectiva, y por tanto válida, para la juventud, en relación con la vivienda, pasa por ofertar alquileres a precios asequibles y eso se consigue facilitándoles viviendas de alquiler social. Por otra parte, y aunque tímidamente, parece que algunas corporaciones municipales están comenzando a referirse a las viviendas vacías existentes. Es exigible al Ayuntamiento de Barañain la elaboración de una reglamentación que conlleve la salida al mercado de alquiler, en condiciones razonables, de las existentes en nuestro municipio.

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