PREMIADAS DOS ALUMNAS DEL I.E.S BARAÑAIN POR UNA INVESTIGACIÓN DE MEMORIA HISTÓRICA
Las alumnas y vecinas de Barañain Amaia Ubani e Itziar Migueliz han sido premiadas con el tercer premio de la XVIII convocatoria del concurso internacional Eustory Iberia por su investigación "El baúl de nuestros abuelos. Memorias de una guerra incivil".

Las alumnas y vecinas de Barañain Amaia Ubani e Itziar Migueliz han sido premiadas con el tercer premio de la XVIII convocatoria del concurso internacional Eustory Iberia por su investigación "El baúl de nuestros abuelos. Memorias de una guerra incivil".
Plazaberri ha tenido la oportunidad de juntarse con Ubani y Migueliz para hacerles una entrevista, gracias a la disposición de las mismas y del propio centro educativo, puesto que el I.E.S. Barañáin desde el principio se mostró abierto para cualquier colaboración con el presente medio.
Las alumnas han explicado cuál ha sido su experiencia en este proceso de investigación histórica y cuáles han sido los aprendizajes obtenidos de este proyecto. Recalcan la importancia de proyectos como este para conocer nuestro pasado: “mucha gente hoy en día no tiene interés sobre historia o sobre política, pero cuando se habla de algo suyo sí que quieren saber”.
Las alumnas cuentan cómo ellas “son amigas desde infantil”, porque aunque tengan raíces en los pueblos Aibar y Artieda, las dos viven en Barañain. Cuando les surgió la oportunidad de realizar el trabajo no tuvieron duda en ponerse manos a la obra, ya que tenían mucho interés en conocer el pasado familiar de cada una de ellas.
El trabajo titulado El baúl de nuestros abuelos. Memorias de una guerra incivil trata las historias de vida del bisabuelo y abuelo de Amaia e Itziar respectivamente. Vidas de dos hombres que transcurrieron en el contexto de la Guerra Civil en Aibar y Artieda (localidades navarras de la merindad de Sangüesa). Dos historias diferentes, pero acaecidas en una época común y un contexto parecido.
Nos situamos en dos pueblos de Navarra, “muy pequeños y cercanos, con dos realidades muy diferentes”. En este caso, el bisabuelo de Amaia, de Aibar, pertenecía al bando republicano y “fue fusilado en el contexto de la guerra”. Por otro lado el abuelo de Itziar, de Artieda, perteneció al bando nacional. De este modo, tanto Itziar como Amaia dicen que “ha sido muy interesante entender el cómo en una misma zona [los pueblos están a 20km] hubo dos realidades tan diferentes y cómo eso influyó en la vida de la gente”.
Las alumnas cuentan que el proceso de investigación comenzó con unas entrevistas a sus familiares: “lo primero de todo fue hablarlo con la familia y hacer entrevistas a cada hijo del abuelo para que cada uno nos explicara la historia del abuelo, como ellos lo veían, anécdotas que conocían… Después fuimos organizando la información recibida y buscando más información sobre el tema”.
Tras preguntarles sobre el proceso de investigación dicen que “ha sido muy cómodo ya que han podido conocer bien la historia de sus familias”. Itziar comenta que, ella no conoció a su abuelo, y que este trabajo le ha permitido acercarse mucho a su historia “es una etapa de la vida que mi abuelo nunca quiso recordar en exceso. Entonces también es algo que mi familia se ha enterado de muchas cosas que no sabían y ha permitido conocer más su historia” (Itziar).
Otorgan la importancia de conocer el pasado para comprender el presente: “Es importante saber la historia en general, pero la de tu familia ya, pues te da un contexto de saber cómo ha llegado tu vida a ser así” (Itziar).
Por otro lado, Amaia comenta que su abuelo “tampoco hablaba mucho del tema”, puesto que no se sentía muy cómodo. Haciéndoles las entrevistas a los familiares han ido reconstruyendo el puzzle. Refiriéndose a anécdotas y datos que tiene cada uno de sus familiares, pero que nunca habían compartido: “entonces ha sido una manera de que fuéramos descubriendo cosas que sabían cada uno, pero igual entre todos no” (Amaia).
Por este motivo, ellas mismas recalcaron que, aunque en sus familias haya sido un tema que hasta ahora no se ha tratado en exceso, el trabajo ha sido una manera de empezar a hablarlo y normalizarlo. “Ha sido muy bien recibido y todos han estado dispuestas a participar y a aportar en lo que fuera necesario” (Amaia).
El trabajo ha tenido muy buen recibimiento también en los respectivos pueblos de Aibar y Artieda. Las alumnas mencionan que “muchas familias del pueblo han pedido el trabajo para conocer también la realidad de sus propias familias, que también fueron a la guerra en su momento”. Reflejo de que este trabajo no cuenta únicamente la vida de los abuelos de Amaia e Itziar, sino que es un análisis de hechos políticos, sociales, históricos y culturales sucedidos en una época y un contexto concretos.
Las alumnas han querido remarcar la importancia de entender el contexto, el porqué de las diferentes situaciones que se dieron en su momento, y ponen encima de la mesa la idea de que, nada de lo que pasara entonces en contextos y en realidades tan diferentes y específicas ha impedido que ellas, a día de hoy, sean amigas y puedan compartir su día a día juntas.
“En el trabajo en muchos momentos hablamos de cómo nuestros abuelos al final estaban en bandos diferentes y de cómo la generación de ahora todas hemos sido muy amigas desde pequeñas, entonces que no influye lo que paso hace 100 años a ahora.” (Itziar)
Hacen una reflexión sobre la importancia de que las nuevas generaciones no tienen que quedarse ancladas en el pasado, pero que también hay que hacer un ejercicio de memoria: “La importancia de recordar para no volver a repetir los errores no? Ella y yo por ejemplo ahora mismo no seríamos amigas” (Amaia).






