Se cumple el segundo aniversario del muro popular desobediente de Navarrería

NOÉ LÓPEZ ALBIZU | Se cumplen dos años desde que un 13 de octubre la plaza de la Navarrería de Iruñea se llenara de personas formando un muro popular desobediente que trataría de impedir la detención del joven de Barañain Luis Goñi. En el mes de julio de 2013, él y Xabier Sagardoi recibían la sentencia del Tribunal Supremo que les condenaba a 6 años de prisión por pertenencia a Segi. Entonces decidieron esconderse «para visibilizar su situación». A esta iniciativa les siguieron muchas y multitudinarias movilizaciones como la cadena humana de más de 1.600 personas que llenó las calles de nuestra localidad.

El 13 de octubre de 2013 a las 14:30, Luis Goñi aparecía arropado por centenares de berinianenses en una plaza de la Navarrería repleta de personas. El joven de Barañain recibía los primeros abrazos y besos después de tres meses escondido. Tras once horas en la plaza recibiendo el apoyo de centenares de personas a la 1:30 de la madrugada la Policía Nacional entró en la plaza y se encontró un muro de resistencia pácífica que impedía la detención del joven. Tras abrirse paso a porrazos y tirando de las personas que estaban sentadas en el suelo Luis Goñi era detenido y entre golpes conducido a la cárcel de Pamplona. 

Hemos estado con varias vecinas y vecinos de Barañain que nos han contado lo que vivieron aquel 13 de octubre de 2013 y los meses anteriores, su valoración de toda la dinámica llevada a cabo en Herri Harresia y el futuro ante nuevos juicios contra jóvenes de la localidad.

Sentimientos

Para Nora Garde «fue un día muy especial» y considera que «aquella lucha unió a gente del pueblo que se había separado». Pako Astiz lo recuerda como «un día de lucha en defensa de los derechos de nuestro pueblo». Aitor Elizalde dice que fue un día de «mucha tensión, solidaridad, rabia y de un sentimento de orgullo por pertenecer a un pueblo luchador». Patxi Flamarique habla de emoción, miedo, calor de la gente, amargura y también alegría hasta que se llevaron a Luis que es cuando sintió un vacío difícil de explicar según él. Izaskun Arraiza lo define como un día muy duro y emocionante al mismo tiempo. Ante la presencia policial en la plaza de la Navarrería dice que «se palpaba nerviosismo» momentos antes de que Luis Goñi apareciera y pudiera conformarse en torno a él el muro popular. Guarda como dos momentos muy especiales el instante en que el joven de Barañain apareció tras tres meses en paradero desconocido y ver a una multitud de personas de todas las edades dispuestas a protegerle aunque todas las personas allí presentes ya supieran que «pasarían por encima de todo aquel compromiso y Luis acabaría en la cárcel».

Aitziber Larrea, lo define como «un gran día donde Barañain se hizo más pueblo (aunque el Askegune fuese en Iruñea)». Dice que fue una jornada llena de sentimientos encontrados como «el cariño y el odio, la alegría y la impotencia, las amistades y los enemigos» pero ante todo predominó la solidaridad según esta joven. En la misma línea, Sarai Robles habla de mezcla de rabia y orgullo; «rabia porque se llevaron a Luis y orgullo porque fue una gran muestra de amor y compromiso». Esta joven recuerda que al finalizar la manifestación previa a la aparición de Goñi en el Casco Viejo, «todo el mundo se dirigió a la plaza de Navarrería, nadie hablaba y había una tensión enorme». Cuando apareció Luis en la plaza recuerda que «todas se sentaron en forma de Herri Harresi y pensaba que la Policía no tardaría media hora en llegar». Mikel Aizkorbe dice que «fue un día para visualizar una detención injusta con la implicación de tanta gente ejerciendo la desobediencia civil» y añade que por eso aquella fue una jornada «de solidaridad con mayúsculas que ha quedado grabada en la memoria sin duda».

Toda una dinámica que termina en la cárcel

Igualmente, les hemos preguntado de qué sirvió aquella dinámica si finalmente terminó con los jóvenes Xabier Sagardoi y Luis Goñi encarcelados. Mikel Aizkorbe valora como positivo el Askegune y dice que «con este tipo de dinámicas se van dando pasos para que no haya una sola detención más, evidenciando el compromiso de una sociedad que quiere vivir en libertad». Sarai Robles dice que «nunca podremos estar realmente contentas mientras la persona condenada acabe en la cárcel» y añade a continuación que «el Herri Harresia de Iruñea fue un gran paso para que algún día consigamos ese objetivo». Señala que los meses anteriores al Askegune se movilizó mucha gente y cada pequeño gesto se tradujo en un mensaje de desobediencia y deslagitimación a las condenas de Luis y Xapo: «os los queréis llevar, pero para eso tendréis que pasar por encima de todo un pueblo que está dispuesto a haceros frente». Añade que «Luis y Xapo siguen entre rejas y sacarlos es trabajo de todas y hay que seguir trabajando para que los juicios y las condenas políticas generen más costes que beneficios».

Patxi Flamarique opina que «les hace pupa que se vea el muro popular por los medios de comunicación... se ve la violencia que provocan las policías y las personas que van a detener sienten el calor del muro». Nora Garde dice que «aunque Luis y Xapo acabaran detenidos todo el mundo pudo darles todo lo que en el momento cada una y cada uno podía». Dice que todo el día «fue un subidón por la actitud de la gente, los ánimos, el positivismo y el calor y las fuerzas de la gente de Barañain de Iruñea y de Euskal Herria. ¡Para mi fue la hostia!» subraya. Valora aquel 13 de octubre como «una de las experiencias más fuertes, positivas y bonitas que he vivido». Añade que «todo esto es muy injusto y nunca más debería pasar. La cárcel no es ningún sitio en el que alguien se cure de nada de lo que haya hecho y menos aun de algo como luchar por lo que crees. No es sitio para nadie. Eso es un castigo y con eso nada se consigue».

Aitziber Larrea señala que «la dinámica de Herri Harresia ha servido para colectivizar problemas que se tenían por personales». Por otro lado, opina que esta dinámica ha servido para denunciar mediante la desobediencia una injusticia además de «dejar en evidencia que es un método de lucha muy valioso para hacer frente al estado español». Admite que Luis y Xapo fueron encarcelados pero con ellos también se activó «el apoyo de todo un pueblo». Izaskun Arraiza también hace una valoración positiva de toda la dinámica y remarca el paso que dio la gente de la solidaridad al compromiso. Así mismo, afirma que «la gente está adquiriendo cada vez más compromiso para terminar con estos juicios».

Cambiar la situación

Para finalizar, les hemos preguntado sobre qué consideran que debería hacerse de cara al futuro máxime cuando vecinos como Iñigo Gonzalez y Gorka Mayo se encuentran ante un nuevo juicio.

Aitziber Larrea dice que «hay que continuar denunciando estas situaciones y hay que poner en marcha diferentes dinámicas desobedientes para hacer que a los estados les resulte una situación insoportable». Patxi apunta a que «todo lo que se haga tiene que tener repercusión mediática, sino sirve de poco. La gente en general no se entera de la poca consistencia de las acusaciones».  Aitor Elizalde asegura que «no hay varitas mágicas» y cree clave «buscar la implicación así como mayor determinación de personas que hasta ahora no han sido sensibles con la represión».

Mikel Aizkorbe cree que «es clave socializar la situación de juicio y amenaza de prisión en nuestro entorno personal diario. La persona que esté informada, verá estos juicios injustificables, rechazables y totalmente fuera de lugar», asegura. Pako Astiz habla de «movilización fuerte para hacer ver que no queremos estos juicios y que queremos a los presos y presas en casa». Sarai Robles asegura que «no se conseguirá nunca un final sin cárcel si jugamos con las reglas que marca el Estado español, por lo que tenemos que seguir por el camino de la desobediencia. Trabajar cada cual desde su ámbito para que este pueblo y todas las militantes que luchan por él sean un poco más libres día a día y cuando lleguen los juicios mostrar nuestro rechazo desde el principio, transmitir todo el calor y proteción a los encausados y sea cual sea la sentencia, echar para adelante con valentía. Barañain siempre ha sido un ejemplo de compromiso y lucha y lo volverá a ser siempre que haga falta».

Cronología

Luis Goñi y Xabier Sagardoi "Xapo" fueron detenidos y permanecieron en prisión bajo la acusación de participar en la organización juvenil Segi. Fueron condenados a 6 años de cárcel, sentencia que fue ratificada por el Tribunal Supremo en julio y que los obligaba a volver a prisión para terminar de cumplir la condena tras ser excarcelados.

La dinámica de Herri Harresia en Barañain nació para denunciar los juicios políticos y construir un muro de solidaridad con estos jóvenes y otras personas que se encuentran en su misma situación. Entre otras actividades, se animó al vecindario de Barañain a llenar de naranja las calles del pueblo en las fiestas patronales, se realizaron varias asambleas en la plaza del Ayuntamiento de Barañain y en la Plaza del Castillo de Pamplona, se acudió al castillo de Amaiur en julio para escenificar la desobediencia del pueblo navarro a lo largo de la historia, y se realizó una acción informativa en las piscinas de Lagunak en agosto para informar al vecindario de la situación y los objetivos de Herri Harresia. Asimismo, el 22 de agosto se grabó un videoclip en las murallas de Pamplona.

Luis Goñi y Xabier Sagardoi habían anunciado su intención de permanecer ocultos para evitar su detención tras publicarse la sentencia que ratificaba su condena el 12 de julio, y desde entonces se encontraban en paradero desconocido. Por este hecho, y según denunció Herri Harresia, el 2 de agosto agentes policiales irrumpieron en una vivienda de la Plaza de los Castaños mientras buscaban a los dos jóvenes.

El 20 de septiembre se realizó una cadena humana en Barañain de un kilómetro y medio de longitud, donde paso de mano en mano una piedra con el mensaje de los jóvenes. Y días después, el 29 de septiembre, era detenido Xabier Sagardoi en Sorlada, Tierra Estella, e ingresado en prisión.

Finalmente, dentro de la iniciativa Herri Harresia en Barañain se realizó un Laranja Eguna con bertsolaris y actuaciones musicales el 4 de octubre, así como una mesa redonda sobre la desobediencia días antes, el 2 de octubre. Herri Harresia anunció que seguiría con su trabajo en Barañain, ya que hay más personas de nuestra localidad en otros casos a la espera de juicio.