Remarcan la necesidad de crear grupos locales para frenar la LOMCE

Organizada por la Apyma del instituto la charla fue a cargo de Gari Torregrosa, coordinador de Sortzen, quien explicó a las familias presentes lo que supone la nueva ley educativa.
Al igual que hiciera en la charla realizada en el colegio Alaitz el pasado 29 de mayo Torregrosa abogó por intentar crear grupos mixtos de familiares y profesorado en cada centro o localidad para tratar de frenar la aplicación de la LOMCE en diferentes aspectos: en lo que afecta al Consejo Escolar, a la aplicación de pruebas, etc. porque «si hay voluntad de hacerlo de otra manera se podría hacer». En este sentido, añadió que desde Sortzen harán públicas diferentes iniciativas que se están trabajando en otras localidades para animar al resto a realizar cosas similares.

En su explicación, Torregrasa subrayó tres puntos importantes sobre lo que traerá la LOMCE, ley que ya se está aplicando este curso en 1º, 3º y 5º de Primaria y en la nueva FP Básica. El curso que viene se aplicará en 2º, 4º y 6º de Primaria, en 1º y 3º de la ESO, en 1º de Bachiller y en FP2. En el curso 2016-17 se terminará de aplicar en 2º y 4º de la ESO y en 2º de Bachiller. La prueba de selectividad desaparecerá en el curso 2017-18 y cada universidad podrá realizar la prueba de acceso.

Busqueda de la «excelencia»

Según Torregrosa, la LOMCE supone la aplicación de la lógica de mercado en la educación, con un sistema educativo «orientado a las necesidades del mercado de trabajo» y donde irán perdiendo importancia las materias que no responden a él, como las artes o la filosofía. Además advirtió de que se enfoca la educación hacia la memorización y que permitirá hacer una selección temprana del alumnado. «Por ejemplo, ahora hay itinerarios que se eligen en 4º de la ESO pero lo que se propone son dos 4º distintos, uno dirigido a FP y otro para ir a la Universidad; se dice que buscará la excelencia pero clasificará al alumnado, como se decía antes, el alumnado ‘excelente’ irá a la Universidad y el resto se orientara a FP», explicó.
«Se retrocede 40 años: una educación de conocimientos básicos, dejando de lado conceptos como la creatividad y vuelven las reválidadas y un sistema de pruebas que añade más dificultades al alumnado para seguir estudiando; no se evitará así el abandono escolar», advirtió.

Además del «adoctrinamiento» que se da con esta ley, donde la religión y su sustituta valdrán para el expediente académico, se realizarán unas pruebas externas diseñadas en Madrid «que no tendrán en cuenta el contexto en el que vive el alumno o alumna». Estas pruebas que se realizarán en Primaria (1º, 3º y 6º) no contarán para el expediente, «se harán para valorar la calidad de la educación pero con ellas realizarán un ranking de centros que podrá ser público», explicó el coordinador de Sortzen. Este año está previsto que se realice la primera de esas pruebas en 3º de Primaria. «Se rompe con la igualdad de oportunidades, ya que la prueba y la nota valdrán lo mismo independientemente del contexto y del alumnado que la haga y se fomentará también la competencia entre los centros», añade.

Reválidas

En lo que respecta a la educación secundaria y Bachiller, las pruebas que se instauran sí tendrán un impacto en el alumnado, ya que serán revalidas que deben pasar para tener un certificado de estudios. «Puedes aprobar todos los cursos de la ESO y suspender la reválida de 4º y entonces es como si no hubieras hecho nada; y lo mismo en Bachillerato», advierte. «La nota de 4º de la ESO será un 70% de la nota de la ESO y un 30% de la nota de la prueba que se realice, siempre que se haya aprobado, por supuesto; en Bachillerato aún es superior, un 40% valdrá esta última. En esa prueba, diseñada fuera del centro y que se plantea incluso que la hagan empresas privadas; se valorarán ocho asignaturas; y solo habrá dos opciones para superarla», informa.

«Si metes en el sistema educativo pruebas, la educación se orientará a hacer la prueba, y serán años que pierdes para formar; el miedo es que ciertos cursos de la educación se conviertan en academias para pasar una prueba, con la presión que eso conlleva para el profesorado y alumnado. Serán pruebas con una metodología diferente a la que pueda usar el propio centro, pruebas de tipo test», opina Torregrosa.

Consejo Escolar

Otro de los grandes afectados por la nueva ley es el Consejo Escolar, que se convierte en un órgano meramente consultivo. Además se promueve una gestión vertical del centro. «Se ve al director como un gerente, no se habla ni de la dirección, sino del director, en masculino; y será elegido por la administración, al tener ésta más de la mitad del poder de elección», explica.

Según cuenta, en la anterior ley la Administración, el Consejo Escolar y el profesorado tienen cada uno una tercera parte del poder de decisión (33%) y son quienes eligen al equipo directivo entre las candidaturas que se hayan presentado. «Ahora la administración tiene el 55% de la decisión y si no hay un candidato ella lo pondrá, si hace falta se pondrá a alguien de fuera del centro». A su juicio, «la administración tendrá poder absoluto para hacer y deshacer», por lo que apela a trabajar conjuntamente familias y profesorado para poder evitar que se aplique la ley.