Lechería y Repostería Visi, testigo del cambio en Lur Gorri

Hablamos con Lucio Zazpe sobre los cambios que ha experimentado la plaza en los 30 años que lleva detrás del mostrador.

Lucio Zazpe, 30 años detrás del mostrador (Foto: Agustín Peña)

Hace unos meses quisimos conocer al comercio más veterano de nuestra localidad y así llegamos a la carnicería Gastón en Los Sauces. Esta vez, nos hemos acercado al comercio más veterano de Lur Gorri, para conocer también cómo ha cambiado esta zona desde el lugar que ocupa la Lechería y Repostería Visi, testigo en la zona desde hace 30 años.

Según explica Lucio Zazpe, Visi -que es el nombre de su pareja Visitación- fue fundada en noviembre de 1983. «A nivel familiar no había tradición comercial, aunque tanto mi mujer como yo trabajábamos antes en un comercio, ella en Orbaizeta y yo en una farmacia de San Juan. Me despidieron, ella se quiso despedir porque habíamos tenido una niña, y con la indemnización y los prestamos familiares montamos esta tienda. En aquella época esto estaba vacío», narra Zazpe.

Los comercios

El comercio que abrieron era en aquel entonces una tienda de venta de alimentos y también una cafetería, que tuvo que cambiar a los años al carecer de autorización legal para servir café. En la época en que vinieron a Lur Gorri recuerda que sólo había otra tienda de alimentación justo al lado, lo que en la actualidad es la bajera de Frutas y Verduras; y una pescadería en la trasera que apenas aguantó abierta un mes.

«Ésta de al lado fue una tienda de alimentación, luego fue tienda de pastas de todo tipo, después una pequeña peña taurina, que estuvo unos meses pero como no pagaron les echaron y después se montó una frutería que estuvo abierta 4-5 años y ahora se ha quedado en bajera para jóvenes. Al lado estuvo una mercería que también la cerraron y que luego fue una librería y ahora es otra bajera de jóvenes. Hubo otra tienda de alimentación que estuvo tres o cuatro años y luego pusieron una tienda de reparación de electrónica. Y luego había una peluquería en este bloque de viviendas», cuenta.

En el resto de la plaza Lur Gorri también ha habido bastantes cambios: «el bar Los Porches siempre ha estado aquí aunque ha sido traspasado de dueños un par de veces, el estanco lo abrieron luego y desde entonces siempre ha estado allí, la farmacia igual, la bajera posterior fue una carnicería que se cerró y cogieron lo que es hoy la Aldeana, una charcutería más grande. Después estaba el supermercado en el que se jubiló Pedro este año pasado. Al frente teníamos una tienda de alimentación que también la cerraron y ahora es un taller de pinturas para niños. También hubo allí una librería que se cerró y se vino a este bloque y luego en esta trasera estuvo la Caja de Ahorros y ahora está el Sindicato Médico».

Según cuenta Zazpe, las viviendas de Lur Gorri pertenecieron a una promoción de la Caja de Ahorros de Navarra en las que al principio sus inquilinos e inquilinas no pagaron nada. «Creo que al principio las viviendas de los portales 6, 8 y 10 no pagaban nada y cuando se empezaron a hacer contratos de forma generalizada entonces pedían 500.000 pesetas de entrada y mucha gente se fue. Cuando llegamos estaban vendiendo las viviendas de esta promoción. A raíz de la fábrica de Seat vino mucha gente, de Bilbao, Valladolid... la empresa les daba facilidades y compraron las viviendas. Cuando VW cierra se nota mucho porque se va mucha gente de vacaciones, dependemos mucho de ellos», explica este veterano comerciante.

Los primeros años

Como en todo comercio nuevo, los primeros años de la Lechería y Repostería Visi fueron duros, de mucho trabajo, sin vacaciones de ningún tipo y con dos niñas que cuidar. Aunque también de no pocas satisfacciones. Recuerda con cariño el regalo que le hicieron un grupo de señoras que acostumbraban a tomar café en su cafetería. «Había mucha armonía entre las vecinas, quizá por los hijos y porque coincidían más entre ellas en la plaza cuando bajaban con ellos», recuerda. También sonríe al recordar las plaza llena de chiquillos y la cuadrilla de chavales que venían a gastarse la paga en chucherías «pero no gastaban todo y me dejaban el dinero para que les administrase durante la semana».

También guarda recuerdos tristes de la época en la que las drogas se cebaron con la juventud y aumentaron también los robos. «La plaza siempre ha sido tranquila, pero sí que una vez nos entraron a robar y nos dieron un buen susto. Entonces vendíamos también tabaco pero el robo no fue mucho, unas 80.000 pesetas, aunque lo peor fue el susto, venir a las 07:00 y encontrarte el cristal roto, que se habían cortado además, porque había sangre. Eso será en 1990 o así. Luego hubo otro intento pero no pudieron entrar. Sí que entraron a robar en muchos comercios, en la librería incluso estando abierta le entraron un par de veces, fueron tiempos difíciles, cosa de las drogas», recuerda.

Futuro

La plaza ha cambiado mucho, «ahora no se ve mucho ambiente, aunque con la biblioteca se ve pasar a más gente». Antes había muchos niños y niñas y ahora hay jóvenes que ocupan las bajeras adyacentes. Sin embargo, y a pesar de que tal y como dice con su tienda «nos defendemos bastante bien», opina que ha llegado el momento de echar la persiana.

«Ya tengo 63 años y como no he podido disfrutar de las hijas quiero hacerlo ahora del nieto. Este es un trabajo de muchas horas, aquí tienes que estar todos los días 13 ó 14 horas. Mi mujer venía a ayudarme en las horas de más trabajo, pero ella tenía que estar pendiente de las hijas, y ahora que son mayores la pequeña viene a veces a ayudar, pero no quisiera que siguiera la hija, es un trabajo muy esclavo. Yo me jubilaría intentando vender o traspasar el negocio», explica Zazpe.

De hecho, ya ha comenzado a ver como se podría prejubilar. «Hay gente interesada pero no les dan crédito, para alquiler no hay problema pero para venta no, y mi intención sería venderlo».

Tras 30 años detrás del mostrador sólo tiene un consejo para las personas que pudieran estar interesadas en una tienda de este tipo. «En el trato al público hay que ser discreto y cercano, la sonrisa es imprescindible. El que viene tendría que trabajar mucho como yo y más con la competencia que hay actualmente».

Itzulpena > Traducción

Visi Gozogintza eta Esne-denda, Lur Gorriren aldaketen lekuko

Orain dela hilabete batzuk ezagutu genuen gure herriko dendarik beteranoena, Gaston harategia eta orain Lur Gorrira gerturatu gara bertako dendarik beteranoarekin hitz egiteko, zonalde honetan gertatu diren aldaketen lekuko izan baita. Horrela, Lucio Zazperekin hitz egin dugu, 1983. urtetik Visi Gozogintza eta Esne-dendaren salmahaiaren atzean izan duguna.

Denda ireki zuteneko garaian -orduan kafetegia ere bazena- bakarrik elikagai denda bat zegoen plazan eta ondoren hasi ziren ugaritzen dendak (liburudendak, tabernak, estankoa, botika, harategia, mertzeria, ile-apaindegia, fruta eta barazki denda...) baita zezen-peña bat egon zen gaur egun gazteen bajera bat den lokalean. Era berean, Seat lantegiko langile ugarik hasi ziren Lur Gorriko etxebizitzak erosten eta umeak ugaritzen hasi ziren.

30 urteko historiaren ostean, mota guztietako momentuak gogoan ditu: une gogorrak, bai lanak suposatu duen arduragatik eta ordu kopuruagatik, bai bizi izan dituen garaiengatik, batez ere drogak gazteengan larri eragin zuen garaietan (lapurreta nahiko izan ziren plazan garai hartan). Hala ere, momentu politak gogoan ditu: plaza umez gainezka, bizilagun atseginak eta hazi diren gazteekin bizitako une txikiak.

Hala ere, pertsiana jeisteko momentua dela uste du. Horrenbeste ordu lanean igaro ondoren, negozioa saldu edo alokatu nahi luke, beren senideekin denbora gehiago igarotzeko. Aurten izan daiteke azken urtea Visi Gozogintza eta Esne-denda irekia ikusten dugula.

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