Vecinos y vecinas de Los Castaños se movilizan contra el parking subterráneo

Marisol Remiro, José Luis Tejero, Socorro Roitegui y Noemí Sádaba son algunos de los vecinos y vecinas de la Plaza de los Castaños que llevan años mostrando su rechazo a la construcción del aparcamiento subterráneo en dicha plaza por parte de la cooperativa Iruñalde. A su juicio, perderán calidad de vida con la desaparición de los árboles de gran tamaño con los que cuenta la plaza en la actualidad y se privatizará una plaza de uso público, «emblemática» para el municipio, en su opinión.

«Se quiere construir un aparcamiento de dos plantas, aunque al principio se hablara de tres, que tendrá un sobre piso de 1,2 metros, y se quitarán los 52 árboles actuales para poner árboles de cierta dimensión, eliminando también cerca de 105 plazas de aparcamiento en superficie», explica José Luis Tejero. A su juicio,«es una privatización encubierta de un espacio público; se eliminan aparcamientos en superficie para hacer otras plazas subterráneas, lo que es crear el problema para luego solucionarlo, eso sí, pagando». Añade que «estos árboles no deben desaparecer bajo ningún concepto, ellos nos dan calidad de vida».

431 firmas contra el parking

Noemí Sádaba cuenta que hace 6-7 años, cuando la cooperativa Iruñalde anunció que quería construir un parking subterráneo en Los Castaños varios vecinos y vecinas realizaron una recogida de firmas entre el vecindario recabando 431 apoyos en contra del aparcamiento. «Ahora habría más gente en contra, incluso personas que al principio querían garajes ahora ya no quieren», opina. Añaden que la mayoría de las peticiones para adquirir plazas de garaje, unas 170 de las 220 que se señalaban como mínimas necesarias para la construcción del parking, no proceden del vecindario de los Castaños, sino de otros lugares de alrededor. «Lo sabemos porque estuvimos yendo de casa en casa para recoger las firmas, y de las personas que apoyaban el parking algunas nos han dicho que ahora no lo harían, las que sí quieren son muy pocas», añade Noemí Sádaba. 

«Es un despropósito que la cooperativa se quiera llevar dinero por algo público como esto», opina Marisol Remiro, en alusión al dinero que recibirá con la venta de los garajes, una cifra que dicen que superará los 700.000 euros. «Se declara como una asociación sin animo de lucro, pero es evidente que hay un lucro» dice Socorro Roitegui.

Problemas de aparcamiento

Preguntados por si realmente hay falta de plazas para aparcar y considerando la implantación de la zona verde, señalan que algún problema puede darse en momentos puntuales pero que «no hay necesidad de más aparcamientos», opina Tejero. «También hay menos automóviles por vivienda, nuestros hijos, por ejemplo, ya no viven aquí y si en nuestra vivienda antes había tres coches, ahora sólo hay uno», añade. Una situación que cree que se repite en el vecindario.

Para tratar de impedir la construcción del parking durante las próximas semanas realizarán una campaña de protesta con la colocación de carteles, banderolas en los balcones con el lema “No a los garajes / Garajeei ez”, artículos de prensa, encuentros con grupos políticos y concentraciones, entre otras actividades. Es importante hacerlo este mes, ya que es posible que la modificación del planeamiento urbanístico necesaria para su construcción se trate en el pleno de noviembre. Opinan que en caso de no aprobarse esa modificación, el parking no podría construirse.

Anuncian que próximamente realizarán una asamblea abierta al vecindario, comerciantes y hosteleros, otros sectores que se verán afectados por la construcción del parking, obras que tendrán una duración aproximada de un año. También por la reducción de plazas de aparcamiento en superficie, lo que unido a la reciente implantación de la zona verde, supondría un perjuicio para los establecimientos hosteleros.