«Sobre todo he disfrutado con el trato de la gente del pueblo»

A sus 63 años, Valentín Lezaun está a punto de despedirse de su trabajo de toda la vida. En una semanas, dejará su puesto de conserje en el Ayuntamiento de Barañain. Lezaun se lleva en la mochila cientos de recuerdos e historias sobre el ayuntamiento. Algunas las hemos recordado en esta entrevista.

Lezaun comenzó a trabajar en el ayuntamiento en 1983. Foto: Agustín Peña.

33 años lleva Valentín Lezaun al frente de la conserjería del Ayuntamiento de Barañain. En unas semanas, sin embargo, dejará su puesto de toda la vida y se tomará sus merecidas vacaciones. Todos estos años, sin embargo, no han pasado en balde y Lezaún recuerda como ha cambiado el ayuntamiento y el pueblo a lo largo de los años.

Este es tu último mes de trabajo. ¿Con qué sabor de boca te marchas?

Todavía estoy a la espera de los trámites legales, pero lo más probable es que en unas semanas ya pueda prejubilarme. Llevo desde el año 1982 trabajando en el ayuntamiento, en total suman 33 años. La verdad es que ya tengo ganas de conseguir la prejubilación, y sobre todo, tengo ganas de tener tiempo. Empecé a trabajar muy joven, y llevo toda la vida trabajando, si siguiera trabajando el año que viene cumpliría 50 años trabajando. No conozco más que las vacaciones y poco más.

¿El trabajador más antiguo del Ayuntamiento?

Así es. Soy el trabajador más antiguo del ayuntamiento y por eso me ha tocado estar en la mesa sindical. De todas formas, hace unos años, también me tocó estar en la mesa por ser el más joven. Así pasa el tiempo.

¿Cómo ha cambiado el ayuntamiento desde que entraste aquí?

Aquí entre yo en el románico casi —bromea—. Cuando entré Barañain era un concejo. En aquel entonces trabajaban cuatro personas, y estaban todos en una oficina. La verdad es que era un ambiente muy familiar, y se hacía todo con maquinas de escribir. A los años entró al ayuntamiento el primer ordenador, y poco a poco llegamos a lo que es ahora, donde trabajamos más de 100 personas.

Recuerdo que cuando entré a trabajar me tuve que traer mi propia caja de herramientas porque aquí no había, y cuando teníamos que comprar piezas íbamos a Pamplona en mi coche y luego me pagaban la gasolina. Lo mismo pasaba con el albañil. Y en esa época, te tocaba hacer un poco de todo, una vez hasta me tocó ser Rey Mago en la Cabalgata. Ahora todo se ha tecnificado, pero antes se hacia todo a pelo.

Un año hubo una nevada enorme y se repartieron a los vecinos palas para quitar la nieve entre todos. Era todo más casero.

También el pueblo ha cambiando mucho en estos años...

Se notó mucho el crecimiento del pueblo en ese entonces pero ahora está muy estancado, hay menos gente, menos niños, y si se ajustase igual hasta sobraba algún colegio. Incluso se podría calcular la edad de la gente de cada bloque de viviendas, ha habido un parón de la construcción y no ha entrado gente joven.

Te ha tocado trabajar con muchos alcaldes todos estos año. ¿Cómo es la relación?

Si, en total con nueve alcaldes: Zubillaga, Sanchez-Monje, Orbara, Clavero, Calderón, Olloquí, Senosiain, Luquín, Mendive y este último año con Indakoetxea. Al ser un ayuntamiento pequeño, se tiene una relación más cercana con los políticos, pero siempre con mucho respeto, cada uno en su lugar.

De todas formas, al estar en la portería también os enteraréis de todos los secretos que suceden en el Ayuntamiento.

Secretillos hay, pero tampoco estoy en primera fila. Nosotros nos dedicamos a practicar la intuición en la portería. Vemos como entran y salen los políticos y nos imaginamos y confabulamos entre nosotros. Jugamos a las adivinanzas, y a decir verdad, solemos acertar.

¿Recuerdas algún día especial vivido en el ayuntamiento?

De los mejores momentos que guardo han sido las fiestas de Barañain, y en general, el día a día en el ayuntamiento. Hay buen ambiente entre los trabajadores y también con los políticos.

Pero malos momentos también hemos vivido aquí. Recuerdo un año en que se dividieron mucho las fiestas y fueron unos días muy tensos para todos. En aquel entonces estaba de alcalde José Antonio Mendive, y fue un año muy polémico con los jóvenes del gaztetxe y eso repercutió mucho en las fiestas.

Otro momento tenso que se vivió en el ayuntamiento fue cuando el entonces presidente del Gobierno de Navarra Gabriel Urralburu se quedó encerrado en el salón de plenos. Hubo unos problemas políticos, también una manifestación y tomaron el ayuntamiento, se cerraron todas las puertas y Urralburu se quedó encerrado. Llegó la policía, que querían abrir la puerta, y nosotros, los trabajadores intentando hacer equilibrios.

¿Qué es con lo que más disfrutas en tu trabajo?

Tienes mucha movilidad y eso me gusta, pero sobre todo disfruto con el trato con la gente, tanto a nivel interno como externo. He tenido la suerte de tener mucha relación con la gente de Barañain y en general es gente muy maja, muy agradecida. Muchos me dicen, que al llevar tantos años trabajando aquí, yo soy el que mando. La verdad que ha sido un trabajo muy bueno y he estado muy a gusto.

¿Cómo es el día a día en tu trabajo?

Yo entré en el área de urbanismo, pero en 1984 tuve un accidente: me caí de un tejado trabajando en el Colegio de Los Sauces y me estropeé la espalda, por lo que me colocaron en conserjería.

Abro a las siete de la mañana el ayuntamiento, y normalmente hago unos repartos, me encargo de las reparaciones, distribución de documentos, mantenimiento, fotocopias, teléfono, atender a la gente que viene al ayuntamiento y lo que va saliendo. Un poco de todo, al fin y al cabo.

A mí me suelen mandar todos los recados, los buenos y los malos. Muchas veces me ha tocado dar noticias negativas, y hay que tener cuidado en como dar ese tipo de noticias, no es cosa fácil. A veces podemos estar de acuerdo con lo que dice el vecino, pero es nuestro trabajo y no podemos hacer nada. También cuando vas a las casas te dicen cualquier cosa sobre el alcalde, que en el ayuntamiento no se atreven a decir...

Otras veces, cuando tienes que llevar pastas, vas más tranquilo y sabes que te lo van a coger encantado. Lo que nos ha pasado últimamente es que tenemos dificultades para entrar a los portales porque muchas veces tocamos el timbre y no abre nadie.

Itzulpena > Traducción

«Gehien bat herritarrekin izandako harremana disfrutatu dut»

Valentin Lezaun barañaindarra Udaleko atezaina da. Duela 33 urte hasi zen lanean udaletxean eta hemendik aste batzuetara atseden hartuko du aurretiko erretiroa hartuz.
Denbora luze honetan denetarik tokatu zaio egitea Barañaingo Udaletxean eta han pasatutako pasadizo eta istorioak gogoratu ditu. Lan erosoa eta oso gustora egon dela dio Lezaunek, baina dagoeneko deskantsatzeko gogoa duela aitortu du. 1982. urtean hasi zen udalean lanean, eta gogoan du garai horretan Barañain kontzejua zela. «Lau pertsonak lan egiten zuten hemen, eta guztiak bulego batean. Oso txikia zen hau. Gero lehenengo ordenagailua ekarri zuten, eta horrela pixkanaka-pixkanaka gaur egun arte». Izan ere, orain 100 langile baino gehiago ditu udalak, eta dena teknifikatu da.

Bere lanari buruz hitz egin du Lezaunek eta herritarrekin izan duen «gertuko» harremanaz aritu da. «Nire lanarengatik egunero harremana izaten dut herriko jendearekin eta egia esan oso jende jatorra dago hemen, esker onekoak».

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