2013-10-19
Sociedad - Gizartea

Una carga de 262 kilos (II)

Segunda y última parte del reportaje sobre gestión de residuos en Barañain

El punto de información abrirá hasta el día 25 (Foto: Agustín Peña)
Anualmente se recogen 5.615 toneladas de residuos, de las que la mayoría, 2.370 toneladas corresponden a materia orgánica, 702 toneladas a otros residuos como pañales, arena, escombro, etc., 691 toneladas a papel y cartón y 573 toneladas a plástico. El resto lo componen vidrio -488 toneladas-, voluminosos, metal, restos de poda, envases como briks, madera y textil. Sin embargo, el estudio también destacaba que reciclamos una gran parte de esos residuos, sobre todo en lo que respecta a cartón y envases, y casi la mitad de los envases está además correctamente separado en su contenedor.
 
En la anterior parte también indagamos en los diferentes sistemas de recogida y tratamiento de los residuos, el puerta a puerta, la recogida semanal, la incineración, etc. Con la puesta en marcha de la prueba piloto del quinto contenedor en nuestra localidad, la apuesta por la recogida selectiva parece estar más clara. 
 
Prueba piloto
 
Tras el estudio de la Mancomunidad y la propuesta de ésta para que la prueba se realizará aquí, el ayuntamiento por unanimidad aceptó el reto. Según nos cuenta el alcalde, José Antonio Mendive, en el momento en que se tengan los resultados de la prueba y en función de cómo salga se implantará el quinto contenderor en la Cuenca de Pamplona. La prueba durará un año y es de carácter voluntario. A su juicio será una experiencia positiva para el pueblo y si se llega a implantar en la Comarca prevé que se ahorre una gran cantidad de dinero. «Detrás de una recogida de basuras hay un coste terrible para los ciudadanos, lo que cuesta la contrata de la recogida, los vertederos, la parte administrativa... si apostamos por el reciclaje lo que haríamos sería bajar esos costes», y añade que «si miramos con amplitud de miras y nos preocupamos por hacer de esto algo más sostenible, nos interesa lo que se propone aquí. Además estos residuos que se van a recoger se trataran en la planta de Caparroso y allí hacen un manto para las tierras agrícolas empobrecidas, con lo cual revierte otra vez en el ciudadano».
 
Según señala el regidor municipal, con esta propuesta no se van a restar plazas de aparcamiento y la prueba «no supone un gasto para el Ayuntamiento de Barañain; el coste lo asume la Mancomunidad». A su jucio, si la prueba finaliza con éxito y se generaliza su implantación en un futuro habrá los mismos contenedores, ya que al reciclar más y mejor el contenedor verde que en la actualidad recibe todo tipo de residuos que no son reciclados tenderá a desaparecer. «La normativa europea nos exige para 2020 que el 50% de los residuos se reciclen, ahora con la crisis económica ha bajado la cantidad de basura que generamos pero no es porque hayamos hecho mucho nosotros, sino porque la propia crisis ha regulado la generación de residuos», señala.
 
A pesar de que su grupo aprobó la puesta en marcha del proyecto y que consideran positivo cualquier paso a favor de aumentar las tasas de reciclaje, desde I-E, Koldo Laskibar cree que no se hace lo suficiente. «Pensamos que tendríamos que ser más ambiciosos con los plazos, no hay que esperar hasta 2020 para pretender reciclar la mitad, lo que significa que otra mitad no se recicla y eso nos parece poco». Desde I-E consideran que el quinto contenedor tiene un rendimiento que no pasa del 25% de la materia depositada, por lo que opina que hay que tomar más medidas para implantar un sistema de recogida separada de toda la materia orgánica biodegradable. 
 
Residuos no reciclables
 
¿Y qué hacer con lo que no se recicla? Por el momento quizá sea difícil preverlo, ya que los grupos políticos de Barañain están a la espera de los resultados que arroje esta iniciativa piloto. «El quinto contenedor no entra en contraposición con otro tipo de planteamientos, como el puerta a puerta o la incineración, primero veremos que resultados se dan con esta prueba y trataremos de acelerarla para que se generalice antes», señala Laskibar. «Nosotros somos partidarios de que lo que sea que se proponga, puerta a puerta o incineración, se haga consultando con la ciudadanía, por referendum y con información», opina el concejal de I-E, para añadir que «aunque en principio no se tiene porque incinerar si se recicla bien, si aún así hay que hacerlo, con unas medidas estrictas de seguridad para la población, es mejor incinerar que tener que abrir un nuevo vertedero».
 
Desde Bildu también se encuentran a la espera de ver como funciona esta prueba piloto y señalan que se está formando en la Comarca un grupo de trabajo al que han invitado a representantes de las plataformas contra la incineradora de Olazti y a promotores del puerta a puerta de la Sakana, ya que la gestión de los residuos es, a juicio de la coalición, algo que concierne a toda la ciudadanía navarra. 
 
Desde UPN, Mendive no se atreve a dar su opinión con respecto a esta cuestión. «Yo no me puedo posecionar si incineradora si o no, vertedero aquí o allá; si digo cualquier cosa abriré un debate que no me corresponde a mi, será en el momento en que se vea que la vida útil del vertedero va finalizando cuando la Mancomunidad tendrá que decidir», señala. 
 
Sin embargo, tampoco hay que mirar muy lejos para encontrarse con ese panorama, ya que el vertedero de Góngora está al borde de su ocupación total y la Mancomunidad ya aprobó que cesará su actividad en 2022.
 
En esta tesitura, a las famosas tres R de la ecología (reducir, reutilizar y reciclar) quizá habría que añadirle una cuarta, rapidez, que es lo que nos reclaman desde instancias europeas y lo que nos demanda el convencimiento de vivir en un mundo con recursos limitados. 
 
Apoyo social
 
En este sentido, desde la Mancomunidad destacan el nivel de sensibilización medioambiental de la población y que se refleja en los datos que nos aportan desde el punto de información sobre el quinto contenedor instalado en la Avenida Comercial, número 4. Según nos informan desde este punto, diariamente se están inscribiendo en la prueba piloto entre 150 y 200 personas, muchas de ellas lo están haciendo por internet, aunque también se están acercando otras personas mayores por el punto de información. Allí, además de información, entregan un pequeño cubo y la llave necesaria para abrir el contenedor y nos aclaran que la basura puede tirarse en bolsas de plástico porque son los operarios y operarias de la planta de Caparroso los que hacen la separación manual, comenzando así el proceso de biometanización por el que se consigue gas metano y abono orgánico. Además según nos informan, esperan llegar a la mitad de los hogares y en una segunda fase también prevén hacer llegar la prueba a comercios, bares y restaurantes.
 
Raquel, Jesusa y Cristina son algunas de las vecinas que se han animado a participar, en el caso de Raquel, o que están próximas a hacerlo, en el caso de Cristina. Las hemos encontrado charlando cerca del punto de información en la Avenida Comercial y se han mostrado contentas con la implantación del contenedor. «Está muy bien esta iniciativa, aunque hay otros problemas sociales que creo que son más urgentes y que deberían preocuparse por ellos», opina Cristina. Por su parte Jesusa cree que «es positivo porque además de ayudar al medioambiente, también se dará trabajo». «Nos preocupa lo que dejemos a nuestros herederos. Antes había menos basura, no había tanto envase, el papel se quemaba en las cocinas de leña que teníamos, las peladuras y sobras iban al ganado y las cenizas a la tierra», recuerda Raquel. 
 
No es de la misma opinión Angelines con quien hemos hablado en la Plaza del Ayuntamiento. «A mi no me convence, son muchas cosas y cantidades las que hay que separar y yo no tengo tanta basura». María Jesús Machín, vecina de San Esteban, sin embargo, decidió apuntarse en cuanto le llego la información. «No es ningún estorbo, en nuestra casa ya separamos y cada día es una bolsa de basura, no cuesta nada separar», opina. 
 
En un futuro quizá no veamos diariamente al camión de la basura. Eso es al menos lo que podría ocurrir si somos capaces de reciclar totalmente la basura generada, una práctica -la de la recogida periódica -que es habitual en otros países europeos. También quizá se establezca un impuesto por basuras variable según los residuos que cada persona produce y recicla, como se hace en algunos países del norte de Europa. Por el momento, tendremos un año para probar un sistema que puede cambiar la forma de gestionar la basura en nuestra comunidad.
Diseño y desarrollo Tantatic