Karmele Gogoan inicia la campaña de firmas para su reconocimiento como victima de la dispersión

La iniciativa Karmele Gogoan surgió hace 4 años, con motivo del décimo aniversario del fallecimiento de Karmele.

La plataforma busca un reconocimiento a lo ocurrido a Karmele, que afirma «no fue un accidente al uso, sino una consecuencia clara de la política de dispersión diseñada contra los presos y presas vascas. Y no sólamente eso, también ha sido, y sigue siendo por desgracia, un castigo directo a sus familiares», explicaron.

Así mismo, en su camino de búsqueda de compromisos reales en pro de acabar con esta política, tras recabar decenas de firmas en Barañain, pretenden dar un último empujón a la recogida para presentarlas junto a una moción en el Ayuntamiento que reconozca lo acaecido con Karmele y pida poner fin a la política de dispersión.

Los lugares donde ya se puede firmar son; la Carnicería Gogorza, el Gaztetxe, la libreria Studio, Haizea Kultur Elkartea, el Euskaltegi y los bares Iratxo, Lur gorri, Akelamendi y Trovador.

Monolito

En 2007 ya se procedió a la colocación de un primer monolito en recuerdo y homenaje a Solaguren, además de la plantación de un brote de roble. El lugar escogido fue la rotonda donde viernes tras viernes se realizaba la encartelada semanal. Pero finalmente, el Ayuntamiento retiró dicho monolito.

En Junio del pasado año, tras meses de campaña y la adhesión de 500 personas, se colocó el nuevo monolito frente a la rotonda de la Avenida Pamplona y la Avenida Plaza Norte.

Con ella nacía la dinámica participativa Lotzaileak, que de de una manera creativa busca mantener viva la memoria de lo sucedido. Las personas participantes, cada año una distinta, debían escoger un trozo de tela, escribir una reflexión y atarlo a la cadena que constituían entonces los 12 años anteriores.

El pasado año, el protagonismo recayó en los y las jóvenes que este año deberán elegir a quien ceden el testigo esta vez como símbolo de memoria colectiva.

Dispersión

16 han sido los familiares y amigos que han muerto en las carreteras de ambos estados cuando acudían a visitar a sus seres queridos.

Se calcula que amigas, amigos y familiares de presos y presas barañaindarras han recorrido 5 millones de kilómetros en carretera con el coste personal y económico que ello supone.

Recuerdo cada 6 de diciembre

El 6 de diciembre de 2004 Karmele Solaguren falleció en Soria cuando se dirigía en automóvil a visitar a su hijo Ekain, encarcelado en prisión preventiva –posteriormente absuelto sin cargos- en Madrid. En el accidente el padre de Ekain, José Luis Guerra, también resultó gravemente herido

Desde entonces cada 6 de diciembre se han realizado diferentes actos para recordar lo sucedido. Anualmente se realiza una ofrenda floral y acto de recuerdo en Barañain. En la actualidad  el acto se celebra en el monolito en recuerdo Karmele. Pero éstos no han sido los únicos actos realizados; se han convocado manifestaciones para denunciar lo sucedido, una flashmob frente al Ayuntamiento de Pamplona en 2012 o actos como el realizado en el frontón Retegui en 2011.

En ellos, el recuerdo no ha sido sólo para Karmele. Un año antes que Karmele, el 29 de noviembre de 2003, Sara Fernández, vecina del Casco Viejo de Pamplona, falleció en una circunstancia similar cuando iba a visitar a un amigo encarcelado.