¿Pelotazo urbanístico en Barañain?

El Pleno del Ayuntamiento que ha de celebrarse a finales de enero tratará, entre otras cuestiones, de la solicitud de recalificación de una parte de la Plaza de los Castaños de la localidad. Actualmente está catalogada en el Plan General de Ordenación Urbana como área pública. De aceptarse, pasaría a ser considerada como área libre privada. La propuesta de modificación está motivada en base a que, una denominada Agrupación de Garajes Plaza de los Castaños, lleva desde el año 2007, intentando construir un aparcamiento subterráneo en el enclave aludido en su denominación. Si no se acepta el cambio pedido la obra dejaría de ejecutarse, manteniendo la plaza su estupendo aspecto actual. Se trata, pues, en definitiva, de solicitar a los grupos y agrupaciones políticas presentes en nuestro Ayuntamiento que prioricen intereses privados sobre intereses públicos.

Quienes conocemos Barañain sabemos que es una localidad caracterizada por su estructuración urbanística en plazas. Varias, como es el caso, fundamentan su denominación en alguna de las cuatro especies arbóreas que conforman el escudo del municipio. Nuestra plaza está delimitada, en su contorno, por hileras de castaños añosos y bancos a su sombra. Apenas está afectada por tráfico exterior a la misma. Su parte central la ocupan un parque infantil, una encementada pista de baloncesto y un espacio herboso ampliamente arbolado. Prácticamente, todas las bajeras existentes están ocupadas por pequeño comercio asentado; caso único en Barañain. Dispone, contando con la parte trasera adjunta a la misma, de 403 espacios de aparcamiento gratuito en superficie. En el conjunto de los 12 portales existentes hay 650 viviendas. Creo que no falto a la objetividad si afirmo que nuestra plaza podría ejemplarizarse como patrón de lo que debieran ser este tipo de espacios: “Lugar de ocio, de encuentro vecinal y de actividad comercial”.

El escrito presentado al Ayuntamiento por la Junta de la Cooperativa de Viviendas Iruñalde para tratar de justificar la modificación urbanística – y resalto lo de la Junta porque sé que el conjunto de cooperativistas era desconocedor del mismo- contiene inexactitudes graves, o mentiras –según se quiera-, ya que, salvo uno, el resto de bloques de edificios asignados a esta plaza, dispone de aparcamiento subterráneo; para más inri, la totalidad de los 228 integrantes de la Cooperativa aludida dispone de garaje. Para el vecindario que  no dispone de él existen hoy en día, debido, sobre todo, al éxodo juvenil y a la implantación de la zona verde,  aparcamientos gratuitos en superficie más que suficientes. Para comprobarlo basta con darse un paseo por la plaza o acercarse al espacio destinado los martes a mercadillo, que está situado a escasos metros.

Afirma, también, el texto citado en el párrafo anterior que el aparcamiento “no afectará de modo negativo a la estructura urbana ni al sistema de áreas y espacios libres públicos”. ¡Pues, va a ser que sí!   Existirán rampas de entrada y de salida, y columnas de extracción de gases y espacio para el acceso peatonal y pasos de peatones nuevos y se modificará el sentido actual de circulación. Omiten, porque evidentemente perjudica su argumentario, el número de  plazas de aparcamiento libre en superficie  existentes que desaparecerán y la cantidad de árboles añosos que es necesario talar.

A todo Ayuntamiento son exigibles la defensa del interés público frente al privado y la consulta ciudadana ante cuestiones, particularmente, significativas. El Pleno de este mes de enero tiene en sus manos la posibilidad de continuar manteniendo la consideración legal de área pública de una parte de la plaza. Por mi parte, si se hubiera posibilitado recoger la opinión de la ciudadanía, éstas hubieran sido las razones principales que hubiera argüido para mostrar mi oposición  a la modificación del PGOU: Actualmente, no hay necesidad de espacios de aparcamiento en dicha zona. No se especifica la cantidad de garajes/trasteros a construir ni se limita el número de ellos. Ya en el año 2.008, se registraron en el Ayuntamiento 413 firmas en contra del proyecto, de las que 357 correspondían a vecindario de la plaza. La normativa que contempla la posibilidad de realizar aparcamientos subterráneos no dice que deban construirse obligatoriamente. Resulta kafkiano, es decir, absurdamente complicado, por un lado, argumentar que se privatiza para cumplir algo considerado público y, por otro, que se ofertan plazas caras a quienes se les suprimen las gratuitas existentes en superficie. El uso y mantenimiento público de la plaza ha estado garantizado desde que se construyó en ella el primer bloque de viviendas, allá por el año 1.972. El aparcamiento, previsiblemente, no se construirá porque quien lo promueve no tiene compradores suficientes; su precio de venta resulta inasumible para muchas de las personas que viven en la zona. A cinco minutos, andando desde la plaza, hay un aparcamiento recién remozado -libre y gratuito- con capacidad para 162 vehículos. Las 2/3 partes de quienes integran la Agrupación de Garajes no viven en nuestra plaza por lo que aumentaría, considerablemente, el tráfico interior. En la petición de modificación solicitada se afirma que podrán realizar aparcamientos y usos compatibles; lo de aparcamiento lo entiendo, lo segundo me parece, sospechosamente, ambiguo. Para terminar diré que se están extendiendo entre el vecindario de la zona comentarios de que algo no huele bien, ¡y no lo atribuyen, precisamente, a la contaminación ambiental!